La Palabra para viernes, 13 diciembre 2024

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Salmo 51,17

Llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: —De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Mateo 18,2-3